MÉRIDA.- Sólo por el hecho de confesar que obligó a un menor de siete años de edad (familiar cercano) a practicarle sexo oral, Sergio Humberto Sánchez Loeza fue condenado a ocho años de cárcel, mediante un procedimiento abreviado.

Antes se había programado una audiencia intermedia para llevarlo a juicio oral, si insistía en su inocencia, pero como la sanción iba a ser mayor, decidió pactar con las autoridades y confesar. Las pruebas eran contundentes en su contra.

En la audiencia que presidió la juez de control Elsy del Carmen Villanueva Segura, se procedió a la lectura de sentencia.

Lo condenó al pago de reparación del daño, amonestación, suspensión de derechos políticos, le negó  beneficios sustitutivos y prohibió acercarse a la víctima.

Quedó un plazo de tres días para interponer recurso y de no hacerlo causará ejecutoria dicha sentencia por el delito de violación equiparada agravada.

El 19 de diciembre pasado, a la medianoche, Sánchez Loeza, aprovechando que estaba en un domicilio en donde cohabita con el menor agraviado, empleó la fuerza física en su contra.

Esto porque tiene una relación familiar con el infante agraviado, al que obligó a hacerle sexo oral, pero fue descubierto y se dio parte a la policía, siendo detenido por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública, que lo pusieron a disposición de las autoridades correspondientes.