PETO, Yucatán, martes 28/08/18.- Un centenar de petuleños realizaron un plantón para exigir que todo el peso de la ley caiga en Carlos Valle el asesino de la niña Ana Cristina, que las autoridades garanticen los derechos de las mujeres y que la familia expulsada de Tahdziú no se establezca en este municipio.

Vestidos de blanco, con pancartas en mano y veladoras encendidas, caminaron en silencio desde la unidad deportiva “La Expo”, hasta llegar al parque principal de Peto.

Ya en el punto de reunión, los organizadores enviaron un mensaje de solidaridad a la familia de la menor de seis años, mostrando su indignación por los aberrantes hechos ocurridos entre el lunes y martes de la semana pasada, cuando fue cobarde y cruelmente asesinada.

Los petuleños señalaron la urgencia de que las autoridades de todos los niveles trabajen para crear las condiciones de seguridad e igualdad en los derechos de las mujeres y niños del país. Asimismo, pidieron castigos más severos a quienes atentan con la dignidad y figura de la mujer.

La actividad fue encabezada por un grupo de niños, quienes encendieron velas y veladoras en el centro de Peto como signo de petición general de paz, hermandad y solidaridad con el municipio de Tahdziú, ubicado a menos de 10 kilómetros de distancia.

Al término de la marcha pacífica, un numeroso grupo de petuleños caminaron hasta la comandancia municipal para pedir a las autoridades que no se permita la llegada de la familia del asesino Carlos Valle, quienes huyeron ante la furia de los vecinos de Tahdziú.

Es bueno mencionar que dentro del grupo, había al menos cinco agitadores que incitaban a la violencia y calentaban los ánimos para que los manifestantes entraran a la fuerza a la comandancia y se pueda vandalizar el edificio del palacio municipal.

Mandos policiales de la Secretaria de Seguridad Pública (SSP) y policía local atendieron a los inconformes y se formó una comisión para inspeccionar un predio de la colonia Ciprés, donde aseguraban se había establecido la familia exiliada del vecino Tahdziú.

Al final, los inconformes se trasladaron hasta el domicilio señalado y, con autorización de los dueños, la policía ingresó al lugar e informó a los molestos petuleños que dicha familia no se encontraba allí.