PROGRESO, Yucatán, miércoles 19/09/18.- Acostumbrado a una vida de Jr., pero venido a menos, con cuatro negocios quebrados y sin el apoyo de su suegro, Julián Zacarías Curi vio en ser alcalde un camino fácil para hacer dinero con cargo al pueblo progreseño.

Encumbrado ya como alcalde, postulado por el PAN, Julián busca hacer desde la Comuna jugosos “bisnes” que le permitan darse la vida de lujos que siempre ha soñado, aunque su camino a la reelección tendrá muchos escollos, en especial sus asesores Roger González Herrera y Lino Magos, quienes nada conocen del puerto.

“Julián obedece ciegamente todo lo que le dicen Roger y Lino, de modo que parece que al puerto lo gobiernan extraños y no un progreseño, por el cual votamos y al que elegimos para que nos gobierne”, indicó un ciudadano entrevistado.

Luego de los cuatro negocios que ya quebró y de que empeñó una casa hace tres años, Julián ve en la Comuna el lugar ideal para hacer dinero de manera fácil, agregó nuestro entrevistado.

Incluso, para tratar de conseguir dinero se casó con la hija de un prominente empresario del puerto -Jesús Gutiérrez (a) “El Rey del Pulpo”-, pero este famoso hombre de negocios le retiró su apoyo, porque Julián ha ido de fracaso en fracaso.

“Todos los errores que cometan sus asesores los pagará Julián, ya que esos dos inútiles y roba sueldos (Roger y Lino) no tiene futuro político, más que seguir siendo parásitos pegados a una ubre gubernamental, engañando a tontos, como el alcalde del puerto”, afirmó otro ciudadano.

Desde el malecón, mientras observa el incansable ir y venir de las olas, nuestro entrevistado dice que hay que estar atentos a los “bisnes” que hará Julián, para denunciarlos públicamente, a fin de evitar un saqueo más a las arcas municipales, aunque en el puerto hay muchas oportunidades para hacer dinero bajo el agua.

“Cómo pensar que será un buen alcalde y un mejor administrador si ha quebrado cuatro negocios y ya comenzó a despilfarrar dinero, como los $300 mil que tiró en la renta del domo que se instaló para su toma de protesta, lo que es insulto para la gente, ya que ni el alcalde de Mérida gasta tanto en un domo para cubrirse de la lluvia”, indicó nuestro segundo entrevistado.

El ego y la soberbia de Julián lo llevaron a quitar los pocos muebles que había en las oficinas del Palacio municipal y mandó comprar escritorio, mesas, librero y otros muebles nuevos, en tanto que alcaldes anteriores usaron los mismos muebles que ahí estaban y no pregonaban la austeridad, como lo hace el ex priista.