MÉRIDA, Yucatán, martes 25/09/18.-  Mérida está libre de la inseguridad y la inestabilidad, dos rubros negativos para el sector restaurantero, el cual está libre de violencia en Yucatán, afirmó el presidente nacional de la Cámara Nacional de la Industria Alimenticia y Productos Condimentados (Canirac), Francisco Fernández Alonso.

“Hay lugares en los que las cenas no existen. Ciudades como Reynosa y Matamoros que se han visto afectados por la inseguridad. Hay focos de violencia, pero hay sitios en donde es más notorio. Esto nos pega duro y nos deja hasta un 30% de pérdida”, sostuvo.

Fernández Alonso indicó que los dos factores antes señalados más la informalidad establecen un claro problema para la industria formal de alimentos y bebidas, ya que ponen en riesgo la salud de los mexicanos y la autoridad no toma cartas en el asunto.

“El sector restaurantero mexicano se integra en 500 mil unidades económicas que ofrecen 1.7 millones de empleos formales. La informalidad es un problema que crece cada vez más y además de ser una competencia desleal, no se fiscaliza el origen, ni el proceso de los alimentos que ofrecen”, agregó.

Indicó que también ocasiona un problema de salud pública, debido a que no tienen calidad en los alimentos que expenden y ni cuidado por los residuos líquidos y sólidos que vierten a las calles, alcantarillas y zonas donde trabajan, provocando un impacto ambiental cada vez más alto.

El presidente nacional de Canirac enfatizó que la gastronomía mexicana se posiciona cada vez más como una referencia internacional y que uno de los factores del crecimiento turístico nacional es la diversidad de platillos y guisos de la cocina de nuestro país, ampliamente conocidos y publicitados como de los más ricos del mundo.

“Hay muchas cosas malas que están pasando en el sector como el problema con las tarifas eléctricas que se han elevado hasta en un 100 por ciento en algunas ciudades. Es definitivo que también hay cosas buenas, ya que, gracias a la diversidad y la calidad de la gastronomía mexicana, nuestro país se consolida como un destino internacional para el ramo culinario”, expuso.

Al tomar el tema de las tarifas eléctricas, Fernández Alonso explicó que este problema se refleja en algunas ciudades con más fuerza como lo son Tijuana, Chihuahua, Monterrey, Culiacán, incluso Mérida, que son ciudades con climas extremos, en donde el aire acondicionado es indispensable e impacta en gasto operativo de los restaurantes.

“Hemos pedido, junto con otros organismos empresariales que se detengan estos cobros y hemos obtenido la respuesta que no se incrementarán más las tarifas; sin embargo, el daño es alto”, sostuvo.

Agregó que como parte de las políticas de la Canirac, se ha pedido a las empresas afiliadas dejar de usar popotes y evitar los productos de un solo uso para apoyar el medio ambiente.

Sobre el número de franquicias de alimentos que se han instalado en el país y que posicionan la denominada “comida rápida”, señaló que estas representan tan solo un 5 por ciento de las unidades económicas que funcionan en México y que no son una competencia fuerte para los restaurantes tradicionales, por lo que la cocina mexicana es un referente.

La violencia no afecta en Yucatán al sector restaurantero

Fernández Alonso aseguró que el caso del empresario ultimado ayer en Chicxulub es un caso aislado, pues Yucatán no se encuentra dentro de los estados con alto índice de violencia para el sector.

El líder empresarial dijo que en México existen ciudades en donde el crimen organizado ha hecho presa a los comercios, al grado que no hay actividad nocturna para evitar conflictos.

“Lo que ocurrió en Chicxulub (en donde un ex taxista de Quintana Roo fue ultimado por cuatro personas afuera de su restaurante), fue un caso aislado que está en resolución. Hay muy buena seguridad en el Estado, no está catalogado con alto riesgo”, finalizó.