MÉRIDA Yucatán, jueves 11/10/18.- Luego del ataque de los tigres de Bengala al supuesto homicida Roberto Lozano Tamez y a su hijo, los felinos continúan en cautiverio en el rancho Santa María, ya que se logró presentar la documentación correspondiente ante la Profepa y no fueron trasladados al Zoológico del Centenario como en un principio se dijo.

Se desconoce el paradero de este sujeto, sentenciado por matar a cuchilladas a su amigo Juan Ramón Guadalupe Treviño Garza en el 2005, ya que ni la Fiscalía General ni la Policía Estatal han informado de él: Simplemente se lo tragó la tierra, luego del tremendo albortó que armó al ser atacado por sus tigres.

A pesar de que el 7 de agosto pasado la Profepa “aseguró” a los felinos, los dos tigres de Bengala siguen en la jaula que los mantiene en cautiverio en el rancho Santa María, ubicado en este municipio, en el kilómetro 22.5 de la carretera federal Mérida-Motul.

El 8 de agosto la Profepa boletinó que un día antes sus inspectores visitaron el rancho y aseguraron ambos tigres porque no les presentaron la documentación federal que acredite la legal procedencia de los felinos ni el plan de manejo aprobado por la Semarnat ni el plan de contingencia respectivo.

Sin embargo, los trabajadores que aún continúan en el rancho afirmaron que presentaron los permisos para mantener a los felinos en ese terreno, a pesar de que se dijo que el empresario regio pagaría una cuantiosa multa por la posesión ilegal de los tigres, los cuales, según varios medios, fueron recuperados por la Profepa y entregados en custodia al Parque Zoológico Centenario de Mérida.

En el rancho, que se ubica en lo que fue la desfibradora Santa María, frente a un criadero de perros, ahora solo permanecen dos empleados: el encargado y un ayudante de mantenimiento.

Al ser entrevistados por la salud o el paradero de Roberto Lozano Tamez y de su hijo, los trabajadores dijeron que sólo saben que se encuentran bien, pero que no tienen mayores informes.

Los entrevistados afirmaron que la dueña manda el dinero para comprar lo que se les da de comer, así como para sus sueldos.

Como publicamos oportunamente, el 5 de agosto pasado el hijo de Lozano Tamez entró a la jaula, jugó con los tigres pero, al darles la espalda para salir, el macho se le lanzó y lo mordió. Roberto Lozano Támez entró a ayudar a su primogénito, pero fue atacado por la tigresa.

El daño le dejará inmovilización permanente de todo el lado izquierdo de su cuerpo, según los reportes médicos.

Lozano Tamez tiene una sentencia de 25 años de prisión ratificada por la Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia de Nuevo León,por matar a cuchilladas a su amigo Juan Ramón Guadalupe Treviño Garza en el 2005.