MÉRIDA, Yucatán, lunes 29/10/18.- Luis Miguel saboreó las mieles del triunfo en Yucatán y Quintana Roo al caer rendido ante el derroche de cariño genuino que le manifestaron más de 28 mil personas reunidas en El Coliseo y el estadio Beto Avila de Cancún durante los tres conciertos programados en el Sureste como parte de la gira mundial México por siempre.

–Mérida, ¡qué maravilloso público! ¡Qué público tan musical! ¡Cuánta vibra bella! –dijo el cantante en el primero de los dos que ofreció en Mérida.

En Cancún, el concierto y el saludo fue similar y el cantante mexicano llenó de momentos mágicos el lugar.

Los aplausos, los gritos, el coro multitudinario quedó grabado en el corazón de Luis Miguel desde el primer minuto en que subió al escenario de Mérida: 21:26horas.

En ese instante se dio cuenta del amor incondicional, comprobó que aún existe ese lazo entre cantante y miles de admiradoras de Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Tabasco y Chiapas que llegaron puntuales, igual que esa noche del 7 febrero de 2015 cuando simplemente no llegó a cumplir su cita.

Sin embargo, la noche impuntual quedó en el olvidó para siempre: el público se entregó en cuerpo y alma al concierto del 26 de octubre y saboreó cada estrofa, cada poesía de Armando Manzanero (Por debajo de la mesa y No sé tú), Juan Carlos Calderón (La Incondicional, Entrégate, Te necesito, Tengo todo excepto a ti, O tú o ninguna y Culpable o no) , César Portillo de la Luz (Contigo en la distancia), Honorio Herrero (La chica del bikini azul), cuyas letras hicieron de Luis Miguel Gallego Basteri el mejor intérprete de México.

La noche fue perfecta: sólo se sentía amor, fidelidad y cariño verdadero, sentimientos que se logran cuando un artista brinda calidad sin límites, “hablas de repente y tu disco suena suavemente, eres tan distinta cuando vas saltando entre la gente, por favor, no hay nada más que amor, la lluvia llueve el mar se mueve y cada instante es tan distinto, pero no, no me puedes dejar así…”

Como dijo antes el maestro Manzanero, el secreto del éxito del cantante de origen puertorriqueño Luis Miguel (San Juan, 18 de abril de1970) son su voz privilegiada, físico y presencia, coronado con 36 años de trayectoria musical que comparte en la gira México por siempre que llevó por varias ciudades de Estados Unidos, Canadá, Europa y este país que lo adoptó desde 1991.

Su sola presencia inundó el escenario con matices de ilusión, logrando el éxito como una caricia que volvió como un volcán al dar realce a las canciones mexicanas acompañado del Mariachi Vargas de Tecalitlán.

Después de una hora de brindar sus éxitos Si tú te vas, Tú, sólo tú; Amor, amor, amor; Devuélveme el amor, Culpable o no, Por debajo de la mesa, No sé tú, Palabra de honor y tú y yo, así como otros éxitos grabados hace más de 20 años, Luis Miguel comenzó La fiesta del mariachi.

En ese punto del concierto, el intérprete regaló otro viaje musical con La Llamarada, La Bikina, Sabes una cosa, No discutamos y México en la piel, temas que estuvieron acorde con los sentimientos de la multitud que formó un enorme karaoke.

¿La sorpresa? Luis Miguel se tocó el corazón ante la algarabía y la ovación.

Miró al mariachi y sus ojos casi se llenaron de lágrimas por la emoción, por la fidelidad del público que estaba arriba y abajo del redondel.

Sonreía con el corazón en la mano y comentó: “Mérida, ¡qué maravilloso público!”, pero no fueron palabras al azar, no. Sonó como a una disculpa sincera, sobre todo cuando precisó: “¡Qué vibra tan bella!”.

El momento glorioso quedó grabado en la mente del público del Sureste: “Luis Miguel pagó con creces aquella noche que no se presentó en el Coliseo”, comentaron varias personas, como Neidy González y Angélica Samos que llegaron de Chetumal para ver por tercera vez a Luis Miguel en Yucatán.

Aunque el personal del Coliseo no les dejó pasar sus pancartas con las leyendas “Soy tu incondicional”, “Te amo”, “No sé tú, pero no dejo de pensarte, Micky”, las jóvenes estaban felices porque al fin cumplieron su sueño: disfrutar el concierto de Luis Miguel.

¿Las otras personas? Se fueron a casa saboreando el viaje musical logrado por Luis Miguel en 36 años de trayectoria, “sabemos que serán más porque se ve bien y su voz, sigue siendo la misma”.

Martha López Huam.-