MÉRIDA, Yucatán, jueves 08/10/18.- Aunque el barco parece perdido y con muy poco por hacer, algunos personajes pretenden tomar el timón y tratar de levantar de entre las cenizas al PRI en Yucatán, pero es una tarea titánica, propia para alguien con experiencia, capacidad de diálogo y que una en vez de dividir.

Con estos requisitos se antoja muy difícil encontrar a alguien que tenga esas características y a los que hasta ahora han levantado la mano les falta mucho y no tienen lo que hoy el PRI necesita,  entre esto la humildad y la experiencia.

Walter Salazar Cano

Entre estos personajes está el ex secretario estatal de Desarrollo Social, Walter Salazar Cano, quien está altamente vinculado a Víctor Caballero Durán, el ex candidato a la alcaldía de Mérida, quien fue parte importante en la derrota del PRI en el estado.

De Salazar Cano, quien está peor que un adolescente en sus redes sociales, se dice que, durante su paso en el Gobierno del Estado, estuvo involucrado en diferentes actos de corrupción y desvío de recursos.

Se le acusó y de inmediato lo negó en su cuenta de Facebook, que ahora, al verse sin el sustento gubernamental busca presionar a los alcaldes emanados del PRI para que contraten su asesoría en el manejo de sus recursos. Claro, si hay maestros en el arte de la mentira y del engaño esos son los políticos.

“Es un político de media categoría que, de ser el ungido, le esperan al PRI muchos años más en el olvido, porque está ligado con un grupo al que se le culpa de la derrota tricolor en Yucatán”, indicó un priista que ve como su otrora poderoso partido es una pálida sombra de su pasado.

Ricardo Béjar Herrera

Luego de su fallido intento de querer ser el candidato del PRI a la alcaldía de Mérida, el ex presidente del Comité Directivo del PRI Municipal y aún delegado del Trabajo en Yucatán, Ricardo Béjar Herrera también pretende dirigir ahora el PRI estatal.

Con los pies en marte, está convencido y deslumbrado por las locas ideas de la gente que lo rodea, entre ellas la brillante idea, si logra ser el ungido, de vender la Casa del Pueblo, esa que Dulce María Sauri Riancho le robó a los yucatecos y se la adueñó para el PRI.

Vaya usted a saber que pasaba por su cabeza cuando se le ocurrió esta idea, pero lo último que quieren los aún militantes tricolores es ver como su “Casa” es vendida al mejor postor. Seria terminar de enterrar lo que queda del PRI, si este personaje de perfil bajo, fuera el ungido.

Luis Borjas Romero

Entre los diputados locales hay uno que siente que puede ser el ungido, a pesar de nunca haber tenido mérito propio, pues cada encomienda que ha tenido le ha sido otorgada gracias a su gran padrino político: Este joven político, de quien dicen que es gran adorador de Baco, es Luis Borjas Romero.

Este novel político se ha encargado de gritar a los cuatro vientos y por los siete mares que él sí pudo ser diputado local gracias al voto del pueblo, ese voto de confianza que hasta la fecha sólo le sirve para poder pagar sus borracheras y la de sus amigos.

En todas sus encomiendas ha tenido a su padrino político que lo ha salvado de la quema en por lo menos dos ocasiones, cuando fue acusado de actos de corrupción y desvió de recursos, de modo que si no es responsable y no puede ni cuidarse a sí mismo cómo podría cuidar y sacar del fondo del océano al hundido barco priista.

Jorge Carlos Berlín Montero

Marcado por su pasado cerverista y por su amistad con Ivonne Ortega Pacheco, Jorge Carlos Berlín Montero también suspira con dirigir el encallado barco tricolor, que naufragó en las turbias aguas MORENAS y azules.

Esta persona hace la excepción a la regla de los anteriores personajes, pues tiene experiencia y, al menos eso parece, su compromiso con el pueblo yucateco siempre estuvo vigente en cada encomienda que ha tenido, tanto al frente del Congreso del Estado, como su etapa de servidor público.

Aunque no lo ha hecho público, pues prefiere esperar los tiempos y los consensos, Berlín Montero se mantiene activo en sus redes sociales para ser considerado para dirigir al PRI. Con su amplia experiencia y su poder de diálogo podría ser una buena carta para cerrar filas y buscar un objetivo común ante todos los militantes.

La sombra de dos ex gobernadores es uno de los peros que se le ven al ex delegado de la Semarnat.