MÉRIDA, Yucatán, sábado 10/10/18.- De ser hallado culpable del delito de feminicidio agravado en grado de tentativa, el karateca Christian del Jesús Contreras Domínguez recibiría de 10 a 37 años de prisión, por la tremenda paliza que le dio a su novia Andrea Carrillo Mendoza.

Ayer fue imputado y la Juez de Control fijo la audiencia de vinculación a proceso para el próximo miércoles 14 de noviembre.

La muchachita, de apenas 20 años de edad, quien fue golpeada el jueves en una casa del norte de la ciudad, resultó con graves lesiones y está hospitalizada en la Clínica Pensiones.

Como medida cautelar, al energúmeno se le impuso la prisión preventiva de manera oficiosa, debido a la gravedad del delito imputado, luego de declararse legal su detención.

La audiencia se programó para las 17:30 horas en el Juzgado Segundo de Control del Centro de Justicia Oral de Mérida, a cargo de Blanca Beatriz Bonilla González, pero comenzó media hora después, debido a que acudieron al edificio del poder Judicial unas 200 personas en apoyo de la joven Andrea, exigiendo justicia y castigo para su agresor.

Inició la misma con los fiscales adscritos, el asesor jurídico de la víctima Pablo Enrique Hernández Herrera y de una asesora de la Dirección de Atención a Víctimas, de la parte agraviada, y en el otro extremo el joven acusado estaba acompañado del defensor público José René Sánchez Gil, quienes pidieron que la audiencia fuera privada, ya que en las redes sociales se dicen muchas cosas que no son ciertas.

La Juez resolvió que la audiencia fuera pública, ante los pobres argumentos del detenido y antes de iniciarse la formulación de imputación, se informó que afuera estaban los padres del muchacho acompañados de dos abogados que se harían cargo de la defensa, Fernando Alpuche Ojeda y Ana Burgo Cardeña, aunque de tras de ellos está como súper asesor el recién corrido de la dirección de control de procesos de la FGE, Francisco Mendoza Alcocer.

Los dos abogados platicaron con el acusado y, en forma increíble, si se toma en cuenta el número de hojas de la carpeta de investigación, que apenas comienza, pidieron un plazo de 12 horas para imponerse en la misma.

Tanto la Fiscalía como la parte asesora y la propia Juez consideraron excesiva su petición y pidieron que se le concediera una hora, entonces Alpuche Ojeda solicitó tres horas y la juez dio sólo dos horas, y convocó para continuar con la audiencia a las 21:00 horas.

Los fiscales adscritos al Juzgado formulan cargos por el delito de feminicidio agravado en grado de tentativa contra del karateca, quien según las indagatorias, el miércoles 7 del presente mes, en horas de la mañana, en un predio de la colonia Benito Juárez Norte, atacó a su pareja sentimental con los puños y luego le dio de palos en todo el cuerpo.

Los padres de la joven estudiante intervinieron y solicitaron el auxilio de la Policía y el presunto agresor fue detenido por agentes de la Secretaría de Seguridad Pública, quienes lo consignaron ante la Fiscalía General del Estado, en donde al vencimiento de las 48 horas de ley, lo pusieron a disposición del Juzgado Segundo de Control.

Por la tarde, un grupo de estudiantes universitarios compañeros y amigos de la víctima, realizaron una manifestación pacífica ante el local de la Fiscalía General del Estado, en demanda de justicia y castigo para el agresor.

Después todos ellos, acompañados de los padres y hermanos de la joven lesionada, se aglomeraron ante el Centro de Justicia Oral de Mérida, en apoyo y solidaridad con ella, entre ellas estaba Beatriz Zavala Peniche, directora de Atención a Víctimas, del gobierno estatal, y funcionarios de Derechos Humanos.

El imputado, según se dijo, ya había agredido en otras ocasiones a su joven pareja, y en la audiencia de ayer, en la  que se dio su lugar a los representantes de los diversos medios de comunicación, prácticamente escaneó a todos los presentes con la mirada.

Ya lo había denunciado y en la carpeta de investigación consta los hechos de la agresión anterior; el día de la última agresión, es decir este miércoles que pasó, la discusión inició cuando ella le preguntó qué hacía en la computadora y la agarró a golpes y maderazos.