MÉRIDA, Yucatán, domingo 25/11/18.- Mario Enrique Pech Pech fue condenado a 6 años y dos meses de cárcel por el delito de abuso sexual agravado, ya que confesó que manoseaba a su hija de 13 años de edad, cuando ella dormía.

En esas idioteces de los jueces, desde un principio, el sujeto, en lugar de ser enviado a la cárcel, estaba en libertad porque se le impuso un localizador electrónico y otras medidas restrictivas.

Ahora, ya condenado, por medio de un proceso abreviado, deberá ser enviado a la cárcel, pues la pena que se le impuso fue mayor a los 4 años y 1 día de prisión.

La juez de control Blanca Beatriz Bonilla González también le impuso a este sujeto el pago de 200 días multa; lo condenó a la reparación del daño por una cantidad aún no establecida y que fijará un juez de ejecución de sentencia.

Le impuso que fuera amonestado públicamente; le suspendió sus derechos políticos; le prohibió que se acerque a la víctima tres años después de cumplir su sentencia; le retiró sus derechos de familia, y le negó los beneficios sustitutivos de sanciones.

El 23 de mayo, a a las 9:30 horas, cuando el ahora sentenciado estaba en su casa, ubicada en la calle 23 de la colonia Santa María Chuburná abusó de la niña, puesto que le acarició los senos por encima de la ropa mientras dormía. La menor despertó al sentir el manoseo y se puso a llorar.

Cuando la madre de la menor entró y se dio cuenta de que se trataba de su pareja sentimental, le reclamó su acción y entonces Mario huyó. Pero no llegó lejos, porque fue detenido por elementos policiacos.