MÉRIDA, Yucatán, jueves 10/01/19.- Después del certero golpe asestado por Jorge Carlos Ramírez Marín, al lograr que cuatro diputados del PRI votaran a favor del presupuesto estatal, los líderes priistas reaccionaron: Ya era demasiado tarde, pues les habían comido el mandado.

Luego de que cuatro diputados del PRI votaron a favor del presupuesto estatal de Mauricio Vila Dosal, es claro que emergió un líder que dobló a lo que quedaba de ese PRI caduco, rancio, de pocas ideas, sustentado en la soberbia más que en la inteligencia y en la política de altura.

Pocos, por no decir casi nadie, vio que pasaba en realidad y se lanzaron a llamar “traidores” a los cuatro diputados que votaron a favor del presupuesto, cuando en realidad forman parte de un grupo que ya casi toma el control del tricolor.

Es más que claro que la gente no quiere a Ivonne Ortega Pacheco ni a Rolando Zapata Bello, de modo que si ellos intentan tomar el control del PRI de nuevo, el tricolor seguirá noqueado; si no lo entienden así, entonces “hasta la vista baby”, olvídense del PRI en muchos años, en especial en Mérida: verdad Angélica Araujo? Verdad Víctor Caballero? Verdad Ivonne Ortega?   verdad Mauricio Sahuí?

Los tricolores hicieron ayer mucho ruido y pocas nueces: Los derrotados “líderes” hablaron sin parar, para tratar de hacer creer lo que no es, al igual que los gitanos cuando llegaban a Macondo para venderle a la gente de José Arcadio cosas de poco o nulo valor, en la novela “Cien años de Soledad”.

Una cosa le debe quedar claro al PRI: si los “líderes” tradicionales y muy malqueridos por la gente intentan poner a uno de los suyos, tengan por seguro que recibirán el mismo rechazo que les dieron en las elecciones de julio de 2018.

Ni Ivonne, ni Rolando, y mucho menos el apaleado Víctor Caballero (a) “Crecicuentas” pueden rescatar al PRI, porque tienen el repudio popular; si intentan hacerlo, cegados por la soberbia y guiados por interese grupales y con poca inteligencia, entonces ese PRI moribundo entrará en un coma profundo, del que puede tardar muchos años en despertar o quedarse así para siempre.

Si no saben leer entre líneas, si no saben ver los signos de los tiempos, pero sobre todo si no tienen memoria histórica están condenados a repetir los mismos errores del pasado y las consecuencias serán las mismas que viven ahora: El desprecio popular y la derrota.

Lo que viene será interesante: dejarán emerger al nuevo grupo, el que ya se les adelantó a Ivonne y a Rolando, o tratarán de destruirlo para entonces destruirse automáticamente todos ellos.  Ya lo veremos.