MÉRIDA, Yucatán, miércoles 16/01/19.- A sus poco más de 60 años de edad, resulta cínico el perdón que pidió Silvia López Escoffié y el hecho que le descuenten sus días, porque falta de ética y de compromiso dejó tirado su trabajo de representar a los ciudadanos.

No se trata de que devuelva el dinero, se trata de su irresponsabilidad, de su falta de compromiso con su cargo, el cual deja por irse a pasear más de tres semanas, de modo que su cinismo raya en la desvergüenza, aunque en el fondo cinismo y ser sinvergüenza van de la mano.

Al reaparecer ayer, la coordinadora de la fracción parlamentaria de MC, Silvia López “pidió perdón” por ausentarse en las últimas tres sesiones de pleno, incluida la del 30 de diciembre, pero además, dijo que retiró los permisos solicitados para que se le descuente la dieta correspondiente.

“Ella y Mily Romero están acostumbradas a hacer lo que les dé la gana, la soberbia de Silvia no tiene límites y hace lo que quiere como niña caprichosa y si le reclaman enseguida dice que ella nació en cuna de oro”, afirmó un político conocedor de esta ex panista traidora.

Como publicamos, en su afán de hacer creer que estaba en la ciudad en su cuenta de Facebook Silvia López publicó que apoyaba la iniciativa de decir adiós a las bolsas de plástico ya los popotes, con lo que demostró que le quiso ver la cara de tontos a los ciudadanos.

De Mily, quien también se fue y dejó tirado su trabajo legislativo, hemos publicado ampliamente que eso lo hace cada vez que le da la gana, como lo demostró cuando fue regidora del Cabildo meridano.

Cínicas y desvergonzadas, son los mejores adjetivos que le podemos poner a estas dos mujeres, en El Grillo llamamos a las cosas y a las personas por su nombre, por su nombre.