MÉRIDA, Yucatán, lunes 28/01/19.- Los efectos negativos del “norte” que azotó ayer a Yucatán también afectaron al sur del estado, en donde hubo árboles derribados, caminos de acceso obstruidos, la carpa de un circo seriamente deteriorada, y al oriente, en donde hubo inundaciones.

Ayer publicamos que en Celestún el “norte” derribó el restaurante “La Palapa”, propiedad del empresario Renán Solís, y derribó o dejó ladeados por lo menos 17 postes, de la CFE y de Telmex. En Mérida la temperatura bajó nueve grados Celsius e una hora y se suspendieron muchas actividades, entre ellas un maratón de baile.

En Tzucacab también hubo dos vehículos dañados y calles inundadas, a causa del torrencial aguacero, acompañado de fuertes vientos, que además sorprendió a los habitantes de la zona sur de Yucatán y generó gran movilización de las autoridades de seguridad y protección civil.

En el parque principal, un enorme árbol cedió a los fuertes vientos y cayó y obstruyó el paso a los vecinos que se resguardaban en el kiosco del centro de la población. Por fortuna, los daños únicamente fueron en lo arriates del parque. Fueron los policías y elementos de protección civil que trabajaron para despejar el área.

En la calle 30 entre 23 y 25 de la ex estación de ferrocarriles, un centenario árbol de laurel sucumbió ante las condiciones climatológicas y cayó a lo ancho de la carretera principal. El enorme árbol fue arrancado de la raíz y las ramas cayeron sobre un vehículo compacto y una camioneta estacionados en el lugar, los cuales tuvieron daños de consideración.

A los que de plano no les fue bien fue a los empresarios de un circo, pues la sorpresiva turbonada rompió la carpa principal.

La energía eléctrica y la telefonía quedaron sin servicio desde la tarde, incluso usuarios de las redes sociales piden a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) agilizar el restablecimiento del servicio.

En los puertos del oriente, San Felipe, Las Coloradas, El Cuyo y Río Lagartos, el “norte” ocasionó ligeras afectaciones, pues sólo se reportaron inundaciones como en la mayor parte de la costa yucateca, ocasionando que el agua ingresara y dañara a los comercios.

El fuerte viento ocasionó que varios árboles cayeran en carreteras de Panabá y Chichimilá, de modo que policías estatales y municipales se unieron para retirarlos, ya que bloqueaban el paso de los transeúntes y evitar así, algún accidente.