MÉRIDA, Yucatán, lunes 11/02/19.- A por lo menos a 280 personas despidió Carlos Sáenz del IDEY, sin liquidación y no las ha querido reinstalar, ya que en esos puestos metió a sus amigos, con buenos sueldos, que atentan contra la austeridad que pregona el gobernador.

El IDEY contrató a Fernando Sauri Sánchez, quien era  funcionario del gobierno de Ivonne Ortega Pacheco y fue director del  Registro Público de la Propiedad del Estado; se vio envuelto en un lio de terrenos que se adjudicó ilícitamente. Sandi Barroso, empleado de Fernando  Sauri,  es el representante jurídico  del IDEY.

Esos abogados tienen la encomienda de Carlos Sáenz de no pagar liquidaciones, ni finiquitos, y menos reinstalar a los empleados que sacó, aunque tenían base y muchos años de antigüedad, porque en el IDEY no hay dinero, indicó uno de los despedidos

El entrevistado agregó que el IDEY no tiene dinero para pagar los finiquitos, pero se da el lujo de pagar a estos abogados que los representan, a fin de que “Calín Sáenz” se pase por debajo del arco del triunfo la Ley Federal del Trabajo.

“Seguro ya falsificó nuestras firmas, para aparentar que nosotros renunciamos, así como falsificaba firmas en la Comuna”, afirmó otro de los denunciantes.

Indicó que en el IDEY se niegan a liquidarlos de acuerdo con la ley, pero en el Paralímpico René Ledezma le subió el sueldo a su querida, que de ganar $1,800 ahora gana $8,000; metió a su mamá como aviadora con sueldo de casi nueve mil pesos y hasta incluyó a la operadora priista Cecilia Meza Rodríguez, con un sueldo de 8 mil pesos a la quincena.

“Calín Sáenz llegó al IDEY sin proyectos y menos con una visión del deporte en Yucatán, ya que en el Ayuntamiento de Mérida nunca le importo el deporte, solo se dedicó a robar dinero, material deportivo, y los apoyos de patrocinadores, que daban para los eventos; falsificó firmas e hizo fraudes”, precisó otro de los entrevistados al recordar el negro pasado del director del IDEY, quien usaba a Jorge Uicab (a) “El Chacal” para falsificar las rúbricas.

Carlos Sáenz carece de capacidad para hacer algo bueno por el deporte y prueba de ello fue la empresa que contrato para que organizara el maratón, evento que le sirvió para “inflar facturas y gastos” que nunca se hicieron, a fin de robarse dinero, afirmó el entrevistado.

Otro de los despedidos dijo que Carlos Sáenz creyó que en el deporte se podía improvisar y por eso metió a sus cuates, que tienen la misma virtud que él: buenos para nada y con amplio historial delictivo, de modo que en las oficinas del IDEY y en las unidades deportivas hay gente inepta y mediocre, que desconoce su trabajo.

Los despidos comenzaron en la primera quincena de octubre, cuando sacaron a gente con base y muchos años de antigüedad; a los despedidos nos mandaban al departamento jurídico, con Aarón Bacab, un tipo que ni siquiera sabe hablar, que nos trataba con groserías y humillaciones, afirmó otro de los despedidos.

Este disque abogado nos decía que los despidos eran por órdenes de Mauricio Vila y de Calín Sáenz, por la austeridad del gobierno, pero al final nos despidieron y le dieron trabajo a sus amigos, queridas y hasta a la mamá de René Ledezma, con sueldazos, ya que les subieron mucho su sueldo, dejando a un lado la “austeridad de Vila”.