MÉRIDA, Yucatán, lunes 11/03/19.- En menos de seis meses, Jesús Molina Torres, director del “Salvador Alvarado”, ha realizado varios actos de corrupción y tiene a deportistas y trabajadores en su contra, mientras eleva cobros a entrenadores, según denuncian varias personas

Cristina García, usuaria del estadio en ese lugar desde hace 20 años, afirma que es insultante  ver que en poco tiempo Molina Torres ha superado a la administración pasada, que fue la peor de las administraciones, pues siempre hubo quejas y nunca solucionaron nada.

La denunciante afirma que se ausentó un tiempo del deportivo y cuando regresó halló nueva administración, que colocó un buzón con formatos para quejas y sugerencias, y, aunque expuse mi queja acerca de los gimnasios, ya que la encargada una señora de nombre Gloria Hernández da un pésimo trato, no se resuelve nada.

En la administración anterior esta mujer solo se dedicaba a hacer ejercicios y nunca atendía el gimnasio, ya que decía era esposa de un alto mando en el IDEY y que era intocable, precisó nuestra informante.

Expuse mi queja de la alberca, de los excesivos precios que ya manejan, no sé porque han elevado mucho, cuando no le dan mantenimiento a las canchas de Squash, frontón y en tenis fallan las luces; los maestros se adueñan de las canchas y muchas cosas más.

La primera parte de la denuncia de Cristina García es la siguiente:

Al no tener respuesta, fui a la administración, en la mañana y me atendió un señor de nombre Adolfo Amaya, por cierto muy grosero, y nunca encontré al director Molina Torres, muy conocido como APA runnerista; regresé en la tarde y tampoco estaba; dejó como sus coordinadores a una señora de nombre Cecilia Centeno, Alejandro Lara y Diego Huchim.

A estos dos últimos ya los conocía y no puede ser posible que sigan coordinando en el Estadio, ya que cuando a Alejandro Lara le tocó ser director del Estadio nunca solucionó nada, solo se la pasaba en campaña política del PRI (y hay prueba de esto) y aprovechándose de su poder tuvo la desfachatez de meter a conocidos y hasta su papá a trabar en el IDEY.

Este Alejandro Lara se siente un culo, es amenazador y vengativo, y, como Jesús Molina le tiene dado el poder, se siente dueño del Estadio; solo se la pasa puteando en la alberca, con la salvavidas de nado sincronizado, una tal Gabriela Aguilar,  y con Cecilia Centeno, que a lejos se nota es una oportunista, pues solo se la pasa haciendo ejercicios y recargar sus brazos en los hombros del famoso Jesús Molina; esta coordinadora no soluciona nada, y si te dice una información resulta ser otra cosa.

A Alejandro Lara y Cecilia Centeno se les ha visto en pleno agasajo por el estacionamiento que está cerca del Estadio, con consentimiento del famoso APA.

Unos amigos organizadores de la carrera COLOREATE dijeron que en la administración de Alejandro Lara les cobró 30 mil pesos por uso de espacios; más tarde se enteraron de que utilizó el dinero lo utilizo para dar el enganche de su camioneta del año 2018. Se  jacta de tener una licenciatura cuando el señor solo tiene bachillerato.

Diego Huchim, un prepotente gorilón, cómplice de robos y beneficiado del Estadio, era personal de mantenimiento y gracias a su padrino político Juan Sosa Puerto, sin tener ninguna preparación académica lo ascendieron a coordinador; me ha tocado ver como trata a los empleados de mantenimiento, los intimida, los expone y los humilla; de hecho ha mencionado que los de mantenimiento son sus empleados; que no se le olvide a este señor que es un  servidor público.

Diego, para no cumplir con sus responsabilidades de coordinador, trajo a trabar a su amigo Eric Cardozo, otro huevon de primera, que si le preguntas algo no sabe nada y siempre está ausente en el estadio. Han sacado a usuarios del estadio y un caso muy sonado fue cuando el diputado Raúl Paz fue a la entrada del estadio a dar propaganda y estos prepotentes fueron a sacarlos muy groseramente, por órdenes de Lara, que hasta ordenó que golpearan a la gente de Raúl Paz si no se retiraban, ya que odiaban al PAN, pero  ahora están comiendo del PAN.

Alejandro y Diego tienen denuncias por maltrato a usuarios y a personal del estadio. Ojala y que se haga justicia conforme a derecho y se llevarán al famoso APA entre las patas, ya que estos dos tienen cara de no ser leales, porque están sedientos de poder y fama. Además de ser conocidos priistas de hueso colorado, y que en algún momento fueron vándalos de sus colonias, de allí el porqué de su prepotencia. Pero miren el nuevo gobierno los tiene aun trabajando como coordinadores del estadio.

Una usuaria comentó que fue quejarse por la alberca y Alejandro Lara y Diego Huchim actuaron con prepotencia, pero no solucionaron nada; le ocultan las quejas a su jefe para no dañar su imagen, ya que ellos dan preferencia a sus allegados o conocidos para poder usar la alberca y a los que no les parece o les cae mal les dice que ya no hay cupo.

Insultante es que este señor Jesús Molina les dé esta confianza y poder a estos ladrones, ya que en su administración de seis años se la pasaron haciendo negocios con las entradas de las inscripciones de Natación, apoyados por su maestro incondicional de natación Alejandro Pulido. Este par de corruptos solo les dan favoritismo y privilegios  a sus conocidos o gente que les lambisconea. Las autoridades les ha perdonado todo y no hacen nada porque son políticos priistas de cuello blanco.

Es una mentada de madre e indignante saber que estos malos servidores públicos sigan llevando la batuta de nuestra casa deportiva, a pesar de que el Gobierno pregona el lema “TRANSFORMEMOS YUCATAN”.

Unos atletas me dijeron que a Alejandro Lara y Diego Huchim los protege Jesús Molina Torres, que no tiene nada de Jesús, quien es chilango y fue despedido de su trabajo anterior y lo rescató Carlos Sáenz para tener empleo y así se convirtió director del Estadio Salvador Alvarado, pero tiene fama de viejo rabo verde, lepero, vulgar, ojo alegre, tequilero y huevón.

Por eso tiene a estos dos priistas haciendo el trabajo que él no puede hacer y como a los tres les encanta la putería, se sienten como pez en el agua.

Otros compañeros atletas dijeron que van a manifestar sus quejas por robos que hay en exceso en esa unidad deportiva y la falta de atención a ciertas áreas, pero sobre todo que nunca se encuentra el famoso APA, ya que se va de fiesta con su equipo de trabajo.

Les falta cerebro para saber administrar y solucionar los problemas, solo son buenos para las fiestas y el alcohol. Cambio no hay en el Estadio Salvador Alvarado, solo está lleno de corrupción y putería, empeoraron las cosas, de modo que le exigimos al  gobernador que realmente  transforme Yucatán.