VALLADOLID, Yucatán, miércoles 20/03/19.- De nueva cuenta la depresión fue factor para que el joven Jesús Jiménez Sabido, de 19 años decidiera suicidarse al colgarse con una cuerda que ató en una madera del corredor de su casa.

Sonriente en todas sus selfies y con frases como “La vida es bella…”, lejos estaban de imaginar amigos y conocidos del joven Jesús Gerardo que tomaría la decisión de terminar con su existencia.

El lamentable deceso sucedió en su casa ubicada en la calle 32 entre 43 y 45 del barrio de Santa Ana.

Todos describían al joven como un muchacho alegre y jovial, sin embargo trascendió que el joven nunca pudo superar el abandono y separación de sus padres, pues el muchacho vivía con su abuela, junto con su hermanita, desde que eran niños.

Entre sus amigos le comentaron que no se preocupara pues las cosas pasan, pero no se entendió el motivo por el cual le escribieron.

Dos situaciones llamaron la atención entre varios conocidos y que pudieron encender los focos rojos en relación a que algo andada mal en la vida del muchacho: Un estado de WhatsApp y mensajes compartidos.

Tras una selfie y con rostro tranquilo escribió: “El final se acerca ya… lo esperé serenamente”, seguido de un estado en el que, con letras blancas y en un fondo púrpura, se leía; “Ya necesito que pare todo esto”.

Los hechos ocurrieron ayer martes, después de las 12 de la noche, una hora y media después personal del Semefo y peritos de la Fiscalía levantaron el cadáver.

El joven de 19 años fue identificado por su abuela, de 52, quien dijo que este lunes salió a trabajar aproximadamente a las 7 de la noche y dejó en la casa a sus nietos.

Media hora más tarde su nieta se comunicó con la abuela para preguntarle dónde estaba el joven, pues minutos antes se había despedido de ella de una forma extraña. Preocupada, la abuela dejó su trabajo y regresó a casa. Enseguida se puso a buscar a su nieto y lo encontró ahorcado en el lavadero.

De acuerdo con datos obtenidos, el suicida era estudiante en el Centro Universitario de Valladolid (CUV), los fines de semana trabajaba manejando un taxi del Frente de Trabajadores del Volante Adalberto Aguilar Osorio.

La mujer señaló que el joven presentaba constantes cuadros de depresión y problemas psicológicos, pues sentía que desde pequeño fue abandonado tras el divorcio de sus padres. Desde entonces la abuela se hizo cargo de Jesús y su hermana, pero el muchacho jamás mostraba sus emociones a sus amigos y conocidos.