MÉRIDA, Yucatán, martes 09/07/19.- Luego de cinco meses en el CEAMA, el joven Julio César L. B de apenas 18 años de edad, fue dejado en libertad, a pesar de que mató a un sujeto para robarle su camioneta y luego arrojar su cuerpo en montes de la colonia El Porvenir.

Un joven, quien actualmente ya es mayor de edad, acusado de asesinar a una persona en complicidad de otro individuo abandonó las instalaciones del centro y por oficio la Juez de Control en Materia de Adolescentes y seguirá su proceso penal fuera de las rejas.

En su momento, la Juez de control encontró elementos necesarios para vincular a proceso penal como probable responsable de los delitos de homicidio calificado y robo de vehículo automotor al adolescente Julio César L. B., quien en el mes de febrero cumplió los 18 años; una semana antes se le vinculó a proceso, de modo que su procedimiento lo llevaría como menor de edad y en lugar de enfrentar una condena de 40 años, sólo enfrentaría una de cinco.

Según se pudo averiguar, el joven actuó con dolo y con la complicidad de un amigo de 19 años, en la comisión de los delitos que se les atribuye, en pleno uso de razón, ya que los exámenes practicados en su persona arrojaron que no estaba drogado con alguna sustancia.

La Juez de Control le impuso el siete de febrero del año en curso, como medida cautelar, internamiento preventivo por cinco meses en el CEAMA, en tanto se continuaban con las investigaciones complementarias por el asesinato de quien en vida respondía al nombre de José Armando Acosta Cruz, a quien le clavaron un arma en el cuello y otras partes del cuerpo para despojarlo de una camioneta Honda con placas YR-0038-A de su patrón, quien se libró de ser la víctima, ya que los muchachos estaban decididos a todo con tal de robarse el vehículo.

Al arrojar el cuerpo sin vida de Acosta Cruz en un terreno de la calle 39 por 142 de la colonia El Porvenir fueron vistos por un testigo, que dio aviso a la policía y luego de un operativo se logró ubicar la camioneta en el fraccionamiento Residencial Pensiones, y posteriormente se arrestó a Carlos Alexis Ruiz Genesta y al entonces adolescente Julio César L. B.

Ahora resulta que el muchacho ya está libre, pues venció el plazo de medida cautelar de internamiento preventivo de cinco meses, tiempo máximo en el cual el sistema de justicia penal para adolescentes debiera imponer sentencia.

Según se pudo averiguar, es el segundo caso en lo que va del año que en ese lapso de tiempo no se le impone sentencia a un adolescente en conflicto con la ley y por lo consiguiente queda libre.

Debido a lo anterior, la Juez por oficio, al no poder seguir manteniendo preso al joven, se le dejó libre y se le impuso un brazalete localizador y ahora su proceso lo llevará en las calles, pudiendo dar pie a que se evada de la justicia, tomando en cuenta el delito que se le atribuye que es grave y bien pudiera que se quite el dispositivo electrónico como lo han hecho varias personas que han sido declaradas prófugas de la justicia.

CON INFORMACIÓN DE POR ESTO