MÉRIDA, Yucatán, viernes 09/08/19.- El energúmeno supervisor de vigilancia Irving Ricardo Rubio Ricalde golpeó las veces que quiso a su pareja y aun después de separados lo siguió haciendo, hasta que el lunes 5 lo detuvo la policía y estará preso por lo menos tres meses.

Este cobarde sujeto fue imputado y vinculado a proceso por el delito de violencia familiar por la juez de control Elsy del Carmen Villanueva Segura, luego de la denuncia de la señora A.J.M.C. Programó en tres meses el cierre de la investigación complementaria.

La pareja vivió en unión libre durante dos años y procrearon una hija, que actualmente tiene nueve meses de nacida. Sin embargo, desde diciembre pasado, Irving empezó a maltratar física y psicológicamente a su pareja.

La mujer se separó del sujeto en febrero, debido a las constantes golpizas que le propinaba y en ese entonces lo denunció y durante 30 días la Fiscalía General del Estado le otorgó una medida de protección.

El 30 de marzo, al llegar a su casa ubicada en el fraccionamiento Almendros II, de Ciudad Caucel, su ex pareja estaba ahí y por temor no le dijo nada. En junio, sin más, el sujeto la agredió físicamente y antes que lo detuviera la policía huyó.

Al día siguiente este sujeto le reclamó a la mujer porqué le había dicho a su mamá lo que le había hecho.

Días después, el sábado 3 de agosto, un amigo de la denunciante le llevó un dinero que le debía y eso lo vio el ahora procesado, quien la insultó a placer y le dio un puñetazo en el ojo derecho. La mujer logró zafarse y se encerró en el baño con sus hijos.

El lunes 5 de agosto, no contento con haber golpeado a la mujer, este sujeto fue de nuevo a la vivienda de la agraviada y siguió agrediéndola de manera verbal y física, a tal grado que le dio dos puñetazos en el ojo derecho.

Sin embargo, ese día no llegó lejos, pues fue detenido cuando iba a abordar su auto, un Attitude con placas ZBP-319-B.