MÉRIDA, Yucatán, miércoles 09/10/19 (MARTHA LÓPEZ HUAN).– Los colores vibrantes del monumental Iguana-aguila, el majestuoso Coyote-aguila, conejos que parecen tener alma, puercoespín, armadillo, jaguares, leones, perros voladores, serpientes y otros animales que surgen de la imaginación de los artesanos María y Jacobo Angeles están en Mérida gracias al apoyo de la Galería Yawí.

Venimos de Oaxaca para exponen las obras que realizamos en nuestro taller que surgió hace 25 años –dice María Angeles sobre la muestra “Alebrijes zapotecas, expresión de un pueblo” que estará abierta hasta el próximo 6 de noviembre en el lobby del Hotel Presidente Intercontinental.

Los artesanos, que han expuesto en ciudades de Estados Unidos, Japón, Alemania y varios países de Europa, explican que le llaman alebrijes a su obra de arte, pero lo correcto es nahual o tona, “que en zapoteco significa espiritualidad, tener un animal protector”.

–¿En qué se inspiran para crear animales monumentales o pequeños?-

Nos inspiramos en nuestra tradición, plasmamos en madera de copal los animales de nuestra región oaxaqueña como una forma de rendirles tributo, de honrarlos, dignificarlos –explica María, quien junto con su esposo, primos, cuñados y hermanos forman parte del Taller de María y Jacobo Angeles.

La perfección de los trazos de los alebrijes, tonas o nahuales no es fortuita, pues María comenzó aprender el oficio a los 7 años de edad, “en forma profesional fue a los 12. Desde que veo el trozo de madera, ya sé que forma le daré, inmediatamente surge en mi imaginación”.

Ver a los invitados a la inauguración el 4 de octubre pasado la llenó de felicidad, pero el orgullo afloró en su rostro cuando dice que su arte ya comenzó a transmitirlo entre los jóvenes que laboran en el Taller de María y Jacobo Angeles.

Ahora, me gustaría que los jóvenes de Yucatán vengan a conocer nuestras tonas, alebrijes y nahuales –añade María, cuyo trabajo primero fue reconocido a nivel mundial y después en México.

El comienzo hace cinco lustros no fue fácil, “porque los mexicanos preferían comprar una tapete persa o cualquier artículo que provenía del extranjero, que nuestras artesanías”.

El lobby del Hotel Presidente Intercontinental tiene en su centro un enorme coyote-aguila de madera de sabino y copal, de 150 kilos, que sirvió de inspiración para uno de los personajes de Coco, la película de Pixar.

Además, se exhiben enormes y coloridos tapetes elaborados por las manos mágicas de artesanos de Oaxaca.

Nosotros no estamos peleados con la tecnología, pues la aprovechamos para los tanas –dice y explica que para la Iguana-águila, elaborada con fibra de agave y vidrio, su hijo la usó para hacer escalas de la obra monumental.

(Martha López Huan)