MÉRIDA, Yucatán, jueves 07/11/19.- Un impacto profundo causó en el astrónomo yucateco Eddie Salazar Gamboa descubrir que los mayas plasmaron en el Códice de Dresde el Ciclo de Saros, periodo de tiempo de 223 lunas (meses sinódicos).

Eso equivale a 6,585.32 días, lapso en el que la Luna y la Tierra regresan a la misma posición de sus órbitas, porque se repiten los eclipses, pero los mayas estaban tan avanzados en su época que no fueron simples repetidores, sino pronosticadores, aseveró.

En visita a su hogar, el catedrático del Instituto Tecnológico de Mérida dijo que su descubrimiento se logró después de 10 años de estudiar el Códice de Dresde, cuyo original está en el estado de Sajonia, en la ciudad Alemana que lleva el nombre del manuscrito maya.

Sabía que los mayas tenían una obsesión por el tiempo, de modo que me puse a investigar, pero hasta que tuve en mis manos copias de las páginas 51 a la 58 del Códice de Dresde fue cuando descubrí cómo lo plasmaron en el manuscrito, precisó.

Lo más asombroso para el astrónomo y matemático yucateco, codescubridor de la bajada de la Serpiente Lunar en el Castillo de Chichén Itzá, “es que a casi mil años de la elaboración del Códice de Dresde, aún funciona para el cálculo y pronóstico de eclipses”.

Como prueba, demostró con números que de 2017 a 2025 habrá 33 fenómenos de Sol y Luna, “pero sólo el 18 por ciento se podrá ver en Latinoamérica y en la Península de Yucatán”.

Los mayas tenían una diferencia menor de mil años de antigüedad en relación con otras culturas, como los babilónicos, “pero usaban un ciclo similar para pronosticar eclipses de Sol y Luna”.

Desde hace más de un siglo se sospechaba de la existencia de un Ciclo de  Saros en el Códice de Dresde, “pero hoy tengo la certeza de que los mayas precolombinos utilizaron un sistema de 223 lunaciones para predecir los eclipses”.

El autor de diversos libros sobre arqueo-astronomía, Salazar Gamboa confirmó que lleva una década estudiando el manuscrito maya, las páginas 51 a la 58 y la tabla de eclipses, hasta que encontró la relación de periodicidad de eclipses.

Antes, numerosos investigadores, como J. Eric S. Thompson, Anthony Aveni, C. Bowditch, Robert W. Willson, John Teeple, Cyrus Thomas y Raúl Noriega habían supuesto que los mayas podrían utilizar el Ciclo de Saros, pues detectaron que en la página 52 está la cifra seis mil 585, “pero en ningún momento encontraron de dónde provenía esa cifra”.

¿Cómo lo descubrió?

Los mayas eran adoradores del tiempo y durante el análisis de la Tabla de Eclipses en la página 58 aparece el número 11 mil 958 y en la 51 está la cifra cinco mil 374, cuya diferencia es de seis mil 584, por lo que hay una diferencia de un día con respecto al Ciclo de Saros, que es de seis mil 585.

Los mayas también descubrieron que el mismo eclipse se repite cada 18 años, anexando 11 días más, igual que los caldeos de la antigua Babilonia.

TRANSITO DE MERCURIO

Por otra parte, dijo que el próximo 11 de noviembre será visible en la Península de Yucatán y Latinoamérica El tránsito de Mercurio en el Sol, “pero se recomienda ver el fenómeno en las primeras horas y con un telescopio especial”.

Este fenómeno es raro, porque sólo dos planetas tienen tránsito sobre el disco solar: Venus y Mercurio –precisó y afirmó que el mejor horario para ver el paso de Mercurio será de 7 a 10 horas.

Invitó a observar el fenómeno en la explanada del Instituto Tecnológico de Mérida, donde se colocarán cinco telescopios con filtros solares.- (Martha López Huan)