CIUDAD DE MÉXICO, viernes 22/11/19.- La tasa de homicidios en México aumentó 2% en los primeros 10 meses del año, y en la violencia más reciente los delincuentes han desafiado más descaradamente a las autoridades.

Se han registrado 29,414 asesinatos en lo que va de 2019, comparado con 28,869 en el mismo período del año anterior, señalaron autoridades federales el miércoles por la noche.

En ciudades norteñas como Ciudad Juárez y Nuevo Laredo, los narcos efectúan bloqueos constantes, incendiando autobuses y camiones para cortar la circulación en caminos y puentes. A principios de noviembre, cárteles de narcotraficantes les pagaron a adictos a las metanfetaminas para que incendiaran vehículos, autobuses y camiones, y mataran a personas con el fin de presionar a las autoridades.

Francisco García, gobernador del estado de Tamaulipas, donde se encuentra Nuevo Laredo, dijo que las pandillas “usaron a los mismos ciudadanos como escudos humanos”.

Su comportamiento es un comportamiento de narcoterrorismo. Es un tema muy delicado”, denunció.Los actos violentos más recientes también afectan a áreas que se consideraban pacíficas.

Por ejemplo, el popular sitio arqueológico de Monte Albán, en el estado de Oaxaca, tuvo que cerrar varias horas el martes por un tiroteo en una aldea cerca del lugar en donde un hombre murió y otro resultó lesionado. Al parecer fue por una disputa territorial y no entre cárteles. Y las víctimas de la oleada reciente de violencia también incluyen a ciudadanos estadounidenses.

A principios de noviembre, sicarios de un cártel mataron a nueve mujeres y niños estadounidenses, de la familia LeBarón, en Sonora.

El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo ayer que está dispuesto a reunirse con los parientes de las víctimas estadounidenses, que pertenecían a una comunidad cuyos miembros tienen doble nacionalidad y han vivido durante décadas en Sonora y Chihuahua.

Sin embargo, les advirtió a las familias que prefería reunirse solo con ellos y que esperaba que no acudieran acompañados de activistas contra la delincuencia.

Sería mejor, mucho mejor, el que no se mezclara con el oportunismo que siempre desatan estos hechos lamentables”, dijo López Obrador.

El presidente rechaza molesto cualquier crítica a su política de seguridad, incluso después de que ordenara que el Ejército retrocediera y liberara a un importante narcotraficante, Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo Guzmán”.

López Obrador se ha negado a reunirse con destacados activistas contra la delincuencia como Javier Sicilia, afirmando que son parte de la oposición “conservadora” a su política.

El presidente argumentó que su gobierno logró “estabilizar” el aumento de los homicidios, que a principios de año estaba creciendo en cifras de dos dígitos.

Y el mandatario se apegó a su política de reducir la violencia “sin el uso de la fuerza, porque eso es lo que significa el nuevo paradigma que estamos llevando a la práctica: no enfrentar la violencia con la violencia”.

En un libro publicado esta semana, López Obrador argumenta que su gobierno se desempeña mejor que el de sus predecesores, al menos en cuanto a salvar las vidas del personal militar.

En los primeros 11 meses de su gobierno —que comenzó el 1 de diciembre de 2018— sólo 14 soldados y marinos han muerto en enfrentamientos, comparado con un promedio de 51 al año entre 2010 y 2012.

Sin embargo, los críticos afirman que en gran parte se debe a que el mandatario le ha ordenado al ejército evitar confrontaciones con cárteles y otros criminales.

López Obrador argumenta que las fuerzas armadas actúan con mayor respeto a los derechos humanos, deteniendo a más sospechosos ilesos, y ejecutando e hiriendo a menos personas en su gobierno.

AGENCIAS