MÉRIDA, Yucatán, miércoles 04/12/19.- En otra polémica decisión, un juez federal le concedió un amparo al violento y abusivo karateca Cristián C. D., de modo que éste dejó la cárcel, donde estaba encerrado por golpear brutalmente a su novia Andrea M.C.M., en noviembre de 2018.

Cristian C.D. salió libre ayer del Cereso, luego de recibir un amparo solicitado por su defensa ante la justicia federal, de modo que obtuvo su libertad, mientras concluye el proceso en su contra.

Desde noviembre del año pasado, este energúmeno intentó salir libra, al ofrecer, como publicamos, pagar las curaciones de Andrea, lo que a fuerzas deberá hacer si lo hallan culpable de feminicidio agravado en grado de tentativa, además de que recibiría una ejemplar condena.

Este sujeto es un enfermo mental, y que es un peligro para las mujeres pues padece de celos enfermisos, además de que es violento y por cualquier celo golpea agente e incluso fue expulsado de una escuela por agresivo. Está procesado por golpear en forma brutal a su pareja sentimental, Andrea Marisol.

Se le acusa de causarle múltiples lesiones, de las consideradas como que tardan en sanar más de 15 días, lo que impide que obtenga el detenido la posibilidad de obtener la libertad condicional.

Sin embargo, el karateca, a través de su defensa, pidió ser liberado porque no ponen en peligro la vida de la víctima.

De hecho, ofreció pagar el tratamiento a cambio de la modificación de la medida cautelar, es decir de que se le canjee la prisión preventiva por el uso de un localizador electrónico u otra media que no implique seguir preso.

Sin embargo, la parte afectada y la Fiscalía se oponen porque no se trata del tiempo en que duren en sanar, sino por la manera en que se las hicieron.

La juez del caso, Blanca Beatriz Bonilla González, avaló el argumento del representante de la víctima y negó el beneficio de la libertad a cambio del pago del tratamiento, el cual de todos modos pagará el karateca si es hallado culpable.

La defensa de este  sujeto también buscará que se reclasificarse el delito de feminicidio agravado en grado de tentativa, que se sanciona de 10 a 32 años de prisión, por el de lesiones, sancionado con menos severidad.

Al karateca se le practicaron exámenes toxicológicos que revelaron que en el momento de la brutal agresión, estaba intoxicado con marihuana y benzodiacepinas.

La pareja estaba en una casa ubicada en la calle 33 entre 46 y 48 de la colonia “Benito Juárez” Norte, que, según afirma el defensor, es casa de los padres de su cliente.

La joven vio al novio revisando su computadora y cuando le preguntó qué era lo que hacía él se puso violento y le reclamó una fotografía que le había enviado un compañero de la escuela; le gritó que era una zorra, una cualquiera y comenzó a golpearla.

Al caer le dio de patadas, que trató de ahorcarla, después con una madera que agarró de la cocina le pegó con saña en varias partes del cuerpo y también con un látigo que había en el lugar.

Ella llamó a una de sus tías, quien le dijo que pidiera un Uber y que se saliera de la casa. La joven logró escapar y al salir a la calle, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública la auxiliaron al ver las huellas de los golpes y sangraba del oído derecho.

El agresor salió de la casa y trató de jalarla de nuevo hacia la residencia, por lo que los policías lo capturaron.